Sunday, October 30, 2005

La mujer que nunca estuvo allí

Agradezco esos dos obsequios. Me gustaron mucho. Los dos eran tuyos y te desprendiste de ellos para dármelos a mí, es un gesto que valoro más que buscar un objeto que podría resultar encantador a los ojos de cualquiera. Afortunadamente no soy cualquiera.

Mira tú cómo tengo mi corazón en las manos, solo quedan pedacitos… ¿Te acuerdas que algún día te dije que las personas éramos menos frágiles de lo que tu creías? Te mentí, eso creo por lo menos, mentí por mí. Soy muy frágil y me duelen muchas cosas, me duele el silencio, me duele la ausencia, me mata la soledad, lentamente pero me mata igual. No hay tango ni bolero que me salve, ni vodka que aguante tanta tristeza contenida. No son suficientes. Como tampoco pueden ser suficientes siete líneas en un mensajero como lo podría ser un simple abrazo. Era eso… un simple abrazo, un abrazo que no me dejara caer… No te preocupes pues hace rato sé que soy la mujer que nunca estuvo en tu corazón.

Thursday, October 20, 2005

La misión de los Carebears

En 1986, el mismo año del paso del cometa Halley por estas tierras, mi madre me regaló de cumpleaños un osito Carebear u Osito Cariñosito que llaman. Para los que no conocen, y si lo conocen pues para que recuerden, los Carebear son un grupo de ositos amigos adorables, cada uno con una misión en especial cuyos sus nombres hacen referencia al área específica desde la cual ayudan a las personas para hacer la vida feliz. ¿Bonito? Sí. Tuve la fortuna de recibir como obsequio a Deseosito: el Carebear de los buenos deseos. En su afelpada pancita tiene una estrella y un arco iris feliz y en la cajita había una instrucción sobre como pedir los deseos: acariciando la estrellita. Un poco escéptica pasé mis deditos sobre la pancita y pedí el otro regalo que quería y ¡Oh sorpresa! ¡El efecto fue inmediato! Mi abuelo entró en la habitación y me trajo exactamente lo que había solicitado con desconfianza pero con ganas: Dinero. Desde ese día mi Carebear nunca más volvió a cumplir deseos. Después de esa ocasión siempre me reproché la simpleza de mis anhelos pues pude haber pedido un mejor deseo o por lo menos más dinero. Igual aun estoy agradecida con el osito que hasta bien se comportó cuando creí que lo necesitaba, algo así como debemos ser los amigos.

Diecinueve años después mi Carebear duerme aun conmigo, pero hoy ya dormimos abrazados toda la noche, Mi osito permanece en mi cama y la cuida para que en ella solo entren buenos deseos –y gente con buenos deseos también–

He recuperado mi amor por mi Carebear, me cuida y me ama y quienes lo cuidan y lo aman también me cuidan y me aman. He detectado con particular sorpresa que no solo a mí me pasa pues también a Cualquier_chica le ocurre con su Carebear. Una noche conoció a cualquier chico y, sin proponérselo, este chico se dispuso a mimar al Carebear de Cualquier_chica y ella se puso feliz. La misión del Carebear está cumplida. Anoche soñé que alguien me preguntaba si estaba durmiendo feliz y yo le respondí: Sí, así es. Duermo con mi Carebear.


Tuesday, October 18, 2005

De las gráficas de Cualquier_chica


Buen día. Hoy les voy a contar una historia sobre una niña que se enamoraba de los hombres que tienen fijaciones gráficas. Si señores, gráficas de toda índole. Es más, las apariencias de los chicos elegidos resultan particularmente caricaturescas. Y los tenemos de distintos tipos como por ejemplo: el caballero de las orejeras, el freak de gafas, el profesor de escritura loca y el maestro de caligrafía china. ¡Oh! casi lo olvido, falta adjuntar el niño diseñador de ojos de aceitunas y el músico rockstar para niños que hacia dibujitos y, por último, el videógrafo. Es cierto, falta el pornógrafo, aunque en mi carnes más profundas tengo la certeza que algún día, no muy lejano, el pornógrafo aparecerá y le sacará cría. He de presentarles a Cualquier Chica.

*Y eso que ella es diseñadora visual. Normal ¿cierto?