Friday, May 11, 2007

El maravilloso mundo del 8C en la vuelta del NO obligado


En el 8C vivimos tres mujeres, diferentes pero comunes, una es cantante y chef, la otra es dulce y multimedial en potencia y yo, la de casi siempre…

En fin, en el 8C es el cielo de los inmigrantes que viajamos con la certeza de nuestro destino. Las cosas están claras y disfrutamos de ellas, no caemos en el deslumbramiento de cada esquina, quizás alguna que otra, como la esquina de Volta, donde venden helados deliciosos y el que mas me gusta: el helado de maracuyá. En el 8C las actividades son como las que deben ser para mi gusto: leemos, estudiamos, practicamos, bebemos, fumamos y comemos (inclúyase gastar tiempo en Internet como práctica) y ya. Delicioso. Lo único que nos perturba es lo sucio que puede estar la cocina o nuestra tina, o lo que es peor aún, el rendimiento en nuestro único compromiso: el académico. Es el cielo. No sé cuanto dure, no me importa, pero mientras esté en el cielo, los pecados del mundo terrenal perdieron toda razón de ser.