A propósito de los Poemas Ordinarios
Me subo al camarote
Para que me hagas el Kamasutra,
Me dejes roja cual camarón
Y me tomes fotos con tu camarota.
Marci & La_led
A propósito de los Poemas Ordinarios
Me subo al camarote
Para que me hagas el Kamasutra,
Me dejes roja cual camarón
Y me tomes fotos con tu camarota.
Marci & La_led
En este país de machismo y matriarcado, mujeres como yo, y otras tantas, tenemos el camino un poco complicado. He de reclamar el libre derecho a la expresión del antojo sexual, el derecho a no tener hijos, a no casarme, a ser adinerada e independiente, a invitar a un chico a uno o dos tragos de licor, a escoger amante, a decir no, a proponer, a ser pragmática, y por esto no ser mal vista. Exijo el dulce derecho de no mentir para agradar y a ser amable sin compromiso. Pero lo que mas demando es que por favor no me obliguen a tratarlos mal para que estén allí, que si bien me luce, me importuna y me fatiga.
La vida trucos me juega
En el amor con un chico gay me condena.
Pero como lo pensé
Rápidamente lo superé
Ahora estoy feliz como ninguna
Todo el tiempo haciendo pilatunas.
Pero hay algo que me asusta
Y es el nuevo chico que me gusta.
Tenemos lo mismos zapatos de goma
Casi caigo en coma…
Él, aunque gafas posea
Por mí, bendito sea.
Cualquier Chica tiene sus afectos en Niu Yol
¿Cuántos? Que se yo.
Primero se enamoró de un robot,
Pero el corazón le partió.
Una noche el mando de un robot le concedió,
Y desde entonces su corazón robó.
Puede que este poema sea loco,
Pero Cualquier Chica comprobó
Que la programación que practicó
De verdad si sirvió.
"Defienda su talento"
Antonio Caro.
Anoche el centro de Bogotá estaba atestado de visitantes por aquello de la Bienal de Arquitectura. Un grupo considerable de arquitectos mayores estaban detenidos mirando unas instalaciones cuando un señor de la calle, que estaba bastante molesto, se acercó y les reclamó a gritos: “¡Arquitectos hijueputas!... ¡Me quitaron la droga!... ¡Cuando acabo de comprarla!”. Guardó silencio por un breve momento. Con mayor intensidad el señor volvió a gritar: “¡Arquitectos hijueputas!” y, en frente de tan magnos diseñadores de casas y edificios, el señor levantó indignado la tapa de una alcantarilla, descendió en ella… Volvió a tapar.