Monday, December 26, 2005

Carta al Niño Dios


Querido Niño Dios:

Como sabía que ibas a estar un poco atareado en estos días consideré que era mejor no molestarte, así que esperé pacientemente hasta hoy para saludarte y pedirte mis regalos, que me los merezco porque estuve muy juiciosa este año en comparación de los pasados. Eso creo.

La lista es un poco sencilla y fácil para tí. No tienen orden de importancia pues todos los son pero en aspectos diferentes. Creo que no te lo tengo que explicar porque sé que lo sabes perfectamente. Las cosas son así:

  1. Quiero trabajar con y para JPG, tú lo conoces…
  2. Necesito que me devuelvas a Andrés.
  3. Me gustaría poder comer dulces otra vez.

También sabes que soy comprensiva y si por algún motivo no quieres traerme de regalo estas tres opciones entonces las podemos replantear sobre cada uno de los puntos anteriores de la siguiente manera:

  1. Puede ser otra cosa mejor que JPG.
  2. Necesito que me devuelvas a Andrés (Este punto no es negociable)
  3. Un glucómetro.

Claro que si me quieras dar un regalo bonus track me gustaría estar en un concierto de Adicta o de Ciudadano Toto, como te quede fácil. Yo sé que si es Adicta, mis amigos y yo, estaríamos muy felices, pero si fuera Ciudadano Toto, algunos de mis amigos y yo lo seríamos también, pero sobre todo yo lo estaría muchísimo mas.

Ya no te quito mas tiempo, gracias por adelantado. Saluditos a Dios.

La _Led.

Sunday, December 18, 2005

El Teatro del Dolor

El mundo es un escenario donde todo empieza y acaba, mientras avanza el calendario, la vida es una charada...

En este teatro del dolor,
de la desilusión, y la obsesión,
siempre tú y yo.
La ovación final ya se apagó,
la gente se marchó, y nos dejó enfrentándonos.
Tú, como siempre, estás muy bien... qué gran papel.
Yo me confundo, otra vez,
no sé por qué.

Entre los dos cayó el telón,
tú fuiste el gran actor de mi tragicomedia.
Qué mal final de un mal guión,
qué absurda decisión.
Por eso aqui se acaba la función.

En este teatro del dolor,
se ha muerto el director
y el regidor se ha encomendado a Dios.
El escenario se incendió,
sin esperar la escena de mi decepción.
Mi humillación.

Entre los dos cayó el telón,
tú fuiste el gran actor de mi tragicomedia.
Qué mal final de un mal guión,
qué absurda decisión.
Por eso aqui se acaba la función.
Por eso aqui termina la función.
Por eso se ha acabado la función.

-Fangoria-
2004

Y esto es lo que suena mientras dibujo... Siendo precisa, esto suena mientras me acostumbro a mi reciente situación. Digamos que hace parte de la terapia buscar musiquita bonita que me ahorre trabajo y cante por mí lo que quiero decir. De hecho, es la mejor decisión pues no canto muy bonito .

Tuesday, December 13, 2005

Ruleta rusa

Mi instinto de conservación no me permite quedar hundida, siempre tendré otra opción. Y bueno, haciéndome a la idea de tantas cosas, de tanto dolor y de tanta pena que produce la separación, no queda sino levantarse, limpiarse las lágrimas y los mocos, tomar un baño muy caliente, muy largo, maquillarse un poco y salir nuevamente: la vida es así no la he inventado yo. Me cortaré el cabello –nuevamente– Me lo tinturaré –nuevamente– Y desapareceré de aquí –nuevamente– Ya comencé… Nuevamente.

Sé que soy muy inteligente, bastante susceptible al aprendizaje, más que otros, mucho más… Claro que hay algunas cosas que ni por mayéutica se aprende, aunque lo intenté no pude… No valieron las actitudes sensatas, las pataletas insensatas, el paciente silencio, nada de nada… Ya me topé con la bala de esta ruleta rusa. De las cinco opciones que ofrece el juego pues ya las perdí…

Aunque la verdad tengo otra opción bajo la manga: RESET.

Monday, December 05, 2005

El Hollywood de los malos

Por cosas del destino he sumado una nueva actividad en mi vida, ya tengo los domingos ocupados por lo menos durante un año, eso creo. Ahora esos días están dedicados a La Picota. Sí señores, la mismísima cárcel de Bogotá. Pero bueno, no vengo a contarles las razones que me vinculan a ello, simple y llanamente estoy yendo los domingos de paseo a La Picota. La primera vez que fui, porque allá se vive otra realidad, fue muy tenaz pero creo que ya me estoy acostumbrando y como sé que muchos de los que leen este bloguito no han ido les contaré como es la movida paso por paso.

La Picota queda perdida en el fondo del sur de Bogotá, en el lado regular, muy regular, de la ciudad. Debo ir vestida con ropa de colores claros, zapatos de goma, saco sin broche, sin forro interior y sin capucha. Luego debo tomarme una foto del tamaño de una cédula, ojo del tamaño de la cédula y no de tamaño de la foto de la cédula, tiene que ser tomada allá porque si te la tomas en otra parte no sirve. Después paso donde doña Miriam y le dejo todo a guardar, todo es todo, claro menos la foto y la cédula, porque no se puede ingresar ni aretes, relojes, pulseras, dinero, periódicos, mejor dicho nada de nada. Lo único que permiten ingresar es comida. Ahora bien, la comida debe estar empacada en uno o dos envases de plástico transparentes y las bolsas plásticas deben transparentes también –nada de bolsitas de Carrefour ni Carulla ni de Benetton, transparentes señores, transparentes– Ya estoy lista para dar inicio al calvario. Primer retén. Una guarda revisando que no ingresen cosas prohibidas, otro guarda que te ordena subirte la manga izquierda del saco, otro que te pone un sello con muchos números y muy grandes y otros que vigilan par que todo ocurra en aparente orden. Camino por un paseo muy largo mientras empiezo a divisar las unidades carcelarias. Segundo retén, me entregan una ficha que debo llenar, revisan si estoy en lista de visitantes autorizados o sancionados. Sigo caminado mientras que me acerco a la verdadera Picota, el penal, donde están los detenidos por delincuencia común. Es un edificio inmenso y parece inexpugnable con muchas barreras de acero y púas y con muros de piedras que por alguna razón me hacen pensar en La Bastilla. Pero no, no voy a entrar al penal, tomo ruta hacia otra unidad carcelaria, camino otro tanto como quien va de una finca a otra, con muros y púas para un lado y vacas pastando para el otro. Llego a la otra unidad. Podría decirse que ese otro edifico es un poco mas amigable, tan solo un poco claro y me preparo para el tercer retén. Tercer retén. Entrego mi cédula de identificación, la foto y la ficha resuelta con todos los datos, me pasan otra ficha con un número. Con una vara de madera y una pieza de tela me aplican un líquido en el dedo índice derecho, luego tinta y registro mi huella, sigo en la fila. Entrego a unas guardas las bolsas con la comida mientras veo lo que hacen con las bolsas de las mujeres que van un poco más adelante. Estas guardas sacan enormes cuchillos y cucharones –que no lavan– y empiezan apuñalear la comida tanta veces lo crean necesario, si a ellas les parece que llevas mucha tienes que botarla a piso, que si tiene mucha papa, que si tiene muchos huevos, que hoy no se permite postres, que la fruta no debe estar cruda, dizque porque con eso hacen bebidas alcohólicas, mejor dicho, dependen como estén de ánimo las damas de la guardia. He visto botarles la comida al piso a muchas mujeres visitantes simplemente porque sí, en fin. Entregué mis bolsas, procuro marcar la comida para que no me pregunten cuál es el menú así les ahorro trabajo y no me pregunta nada, sigo la fila y me pasan a un corredorcito para que me requisen hasta el recóndito de mi pequeña humanidad, sigo en la fila y me sellan como vaca al matadero, cuatro sellos por acá, algunos invisibles, paso el retén y espero tras la reja para que me devuelvan los restos de comida. Sigo mi paseo alrededor de la unidad para llegar al ala de sindicados. Cuarto retén. Registran mis números de los sellos y entro a la jaulita para entrar a las “cabañas”. Listo, coroné.

Saludo por aquí, saludo por acá, ya tengo algunos amigos, paseo por las celdas y empiezo a “patinar” que es lo mismo que caminar dando vueltas por todo el patio, conozco a mas sindicados, todos muy queridos, muy amables y, mientras patino la persona que visito me cuenta la historia de sus nuevos amigos, es en este momento en el que empiezo a sentirme como el “Hollywood de los malos”. He conocido a los integrantes del Star System colombiano de los noticieros nacionales e internacionales, al de la burra-bomba de la costa, al gobernador de aquí, de allá y de acuyá, al autor intelectual del asesinato del congresista tal, al del secuestro del parlamentario aquel, al fiscal que aquello, al de las chochomil armas de las AUC, al amiguito de Mancusito, a los traficantes de información de pu’ allá, al militar de alto mando que hizo tales y pascuales, a aquellos del robo ese, en fin allí vamos, todavía no los conozco a todos, pero debo decir que los chicos ante todo son muy queridos conmigo y sean lo que sean el juicio no lo hago yo y por tanta amabilidad lo único que les debo es una sonrisa porque de seguro la van a necesitar cuando hagan la “rascada” –Rascada: requisa sorpresa y exhaustiva que realiza los guardas del INPEC mientras, en el patio, desnudan y revisan a los sindicados al momento que esculcan cada centímetro de las celdas y los baños–

Cuando patino y me cuentan historias me como un Éxtasis, un helado que venden en el casino del ala de sindicados, cuya marca, irónicamente, es Robin Hood. Historias allá hay muchas, maldad también, tanto como del lado de los supuestos “malos” como de los supuestos “buenos” del paseo, lo poco que puedo decir es que los medios son una mierda, el gobierno es una mierda, la cárcel es una mierda: todo es un puta negocio. Porque eso si es claro, plata es lo que se mueve.

Entonces es cuando te digo mi bien amado Andrés ¿Por qué perder tanto tiempo en vez de decirnos cositas bonitas al oído?

Saturday, November 19, 2005

I´m your wo-man

I'm Your Man

If you want a lover
I'll do anything you ask me to
And if you want another kind of love
I'll wear a mask for you
If you want a partner
Take my hand
Or if you want to strike me down in anger
Here I stand
I'm your man
If you want a boxer
I will step into the ring for you
And if you want a doctor
I'll examine every inch of you
If you want a driver
Climb inside
Or if you want to take me for a ride
You know you can
I'm your man

Ah, the moon's too bright
The chain's too tight
The beast won't go to sleep
I've been running through these promises to you
That I made and I could not keep
Ah but a man never got a woman back
Not by begging on his knees
Or I'd crawl to you baby
And I'd fall at your feet
And I'd howl at your beauty
Like a dog in heat
And I'd claw at your heart
And I'd tear at your sheet
I'd say please, please
I'm your man

And if you've got to sleep
A moment on the road
I will steer for you
And if you want to work the street alone
I'll disappear for you I
f you want a father for your child
Or only want to walk with me a while
Across the sand
I'm your man

If you want a lover
I'll do anything you ask me to
And if you want another kind of love
I'll wear a mask for you

Leonard Cohen

Wednesday, November 16, 2005

Mi corbata preferida


La idea es que yo tenga la opción del silencio pero el chico de la corbata la tuvo primero...

Sunday, October 30, 2005

La mujer que nunca estuvo allí

Agradezco esos dos obsequios. Me gustaron mucho. Los dos eran tuyos y te desprendiste de ellos para dármelos a mí, es un gesto que valoro más que buscar un objeto que podría resultar encantador a los ojos de cualquiera. Afortunadamente no soy cualquiera.

Mira tú cómo tengo mi corazón en las manos, solo quedan pedacitos… ¿Te acuerdas que algún día te dije que las personas éramos menos frágiles de lo que tu creías? Te mentí, eso creo por lo menos, mentí por mí. Soy muy frágil y me duelen muchas cosas, me duele el silencio, me duele la ausencia, me mata la soledad, lentamente pero me mata igual. No hay tango ni bolero que me salve, ni vodka que aguante tanta tristeza contenida. No son suficientes. Como tampoco pueden ser suficientes siete líneas en un mensajero como lo podría ser un simple abrazo. Era eso… un simple abrazo, un abrazo que no me dejara caer… No te preocupes pues hace rato sé que soy la mujer que nunca estuvo en tu corazón.

Thursday, October 20, 2005

La misión de los Carebears

En 1986, el mismo año del paso del cometa Halley por estas tierras, mi madre me regaló de cumpleaños un osito Carebear u Osito Cariñosito que llaman. Para los que no conocen, y si lo conocen pues para que recuerden, los Carebear son un grupo de ositos amigos adorables, cada uno con una misión en especial cuyos sus nombres hacen referencia al área específica desde la cual ayudan a las personas para hacer la vida feliz. ¿Bonito? Sí. Tuve la fortuna de recibir como obsequio a Deseosito: el Carebear de los buenos deseos. En su afelpada pancita tiene una estrella y un arco iris feliz y en la cajita había una instrucción sobre como pedir los deseos: acariciando la estrellita. Un poco escéptica pasé mis deditos sobre la pancita y pedí el otro regalo que quería y ¡Oh sorpresa! ¡El efecto fue inmediato! Mi abuelo entró en la habitación y me trajo exactamente lo que había solicitado con desconfianza pero con ganas: Dinero. Desde ese día mi Carebear nunca más volvió a cumplir deseos. Después de esa ocasión siempre me reproché la simpleza de mis anhelos pues pude haber pedido un mejor deseo o por lo menos más dinero. Igual aun estoy agradecida con el osito que hasta bien se comportó cuando creí que lo necesitaba, algo así como debemos ser los amigos.

Diecinueve años después mi Carebear duerme aun conmigo, pero hoy ya dormimos abrazados toda la noche, Mi osito permanece en mi cama y la cuida para que en ella solo entren buenos deseos –y gente con buenos deseos también–

He recuperado mi amor por mi Carebear, me cuida y me ama y quienes lo cuidan y lo aman también me cuidan y me aman. He detectado con particular sorpresa que no solo a mí me pasa pues también a Cualquier_chica le ocurre con su Carebear. Una noche conoció a cualquier chico y, sin proponérselo, este chico se dispuso a mimar al Carebear de Cualquier_chica y ella se puso feliz. La misión del Carebear está cumplida. Anoche soñé que alguien me preguntaba si estaba durmiendo feliz y yo le respondí: Sí, así es. Duermo con mi Carebear.


Tuesday, October 18, 2005

De las gráficas de Cualquier_chica


Buen día. Hoy les voy a contar una historia sobre una niña que se enamoraba de los hombres que tienen fijaciones gráficas. Si señores, gráficas de toda índole. Es más, las apariencias de los chicos elegidos resultan particularmente caricaturescas. Y los tenemos de distintos tipos como por ejemplo: el caballero de las orejeras, el freak de gafas, el profesor de escritura loca y el maestro de caligrafía china. ¡Oh! casi lo olvido, falta adjuntar el niño diseñador de ojos de aceitunas y el músico rockstar para niños que hacia dibujitos y, por último, el videógrafo. Es cierto, falta el pornógrafo, aunque en mi carnes más profundas tengo la certeza que algún día, no muy lejano, el pornógrafo aparecerá y le sacará cría. He de presentarles a Cualquier Chica.

*Y eso que ella es diseñadora visual. Normal ¿cierto?

Monday, August 29, 2005

I’m too sexy for my blog

¡Bueno ya está! ¿La idea es que tenemos que delatarnos todos? Si es así pues vamos.

Mi nombre es Ledesma, si la mismísima Ledesma. Como algunos de ustedes no me conocen les voy a hacer una breve descripción, MUY BREVE –que quede claro señores y señoras, señoritas y demás– Aquellas personas que alguna vez me han visto pues tendrán que aguantarse el cuento, por supuesto no están obligados y, si quieren, abandonen el blog.

Bueno, como les iba contando soy la Ledesma, una caleñita, pequeñita sabrosa y encantadora. A mis casi 28 años, como es normal, no trago cuentos, ya no me enamoro y tampoco me caso, ya amo a los que tengo que amar y eso me es suficiente. Tengo gusto para estudiar, trabajar, fumar, beber y tener sexo, si señores y señoras, señoritas y demás, me gusta el sexo y mucho. Me gusta ir a los bares solita o acompañada, aunque prefiero los bares con pinta de cantina, de esos como para ir a beber y hablar pú si es el caso, no me gusta bailar pero lo hago bien cuando la compañía lo amerita. Cuando salgo con Andrés a bailar déjenme decirles que “abrimos pista” que llaman y nuestro repertorio va desde la salsa, pasodoble, merengue, tecno, hip hop y otros, pero lo que mejor hacemos es bailar reguetón, por aquello de lo parecido al sexo en público.

Ya les conté que me gusta mucho el sexo, pero no vayan a pensar que soy una ninfómana loca que anda por allí buscando lo que no se me ha perdido. Todo lo contrario soy una dama que encontró a los caballeros que también les gusta el sexo, que no quieren casarse ni cazarse y como soy dama y ellos caballeros pues repetimos, no puedo decir que mejor malo conocido que bueno por conocer porque la verdad son muy buenos amantes, entonces una se esmera y da lo mejor, no hay nada mas estimulante que recibir una llamada a las dos de la mañana y que te pregunten dónde estas y que la respuesta no importe porque lo que interesa es el encuentro para una noche feliz de camaradería y libre albedrío. ¡Ah casi lo olvido! Los caballeros son mis amores pasados, creo fielmente que si se establece una relación afectiva o seudo afectiva con alguien y la historia no conviene una relación de pareja única y estable pues que viva el amantazgo, tengo la posibilidad de reconocer los talentos y las bondades de mis ex amores que superan la necesidad de posesión sobre ellos además ellos también comprenden que a la Ledesma jamás la podrán poseer. ¡Tan bonitos! Por eso se les ama. No resulta casualidad que sean mis mejores amigos.

Dejando a mis amantes en paz, volvamos a mi gusto por el sexo pero antes hago una invitación para comprender que el sexo no es solo penetración, para nada, son muchas cosas mas, por favor no seamos miopes. Como me reconozco como ser sexual de nacimiento he de aceptar que no superé la fase oral de la sexualidad, y es muy probable que esa sea la explicación del placer que hallo al fumar además, como dice la canción, “fumando espero al hombre que yo quiero” pues fumemos mientras llega. ¿Qué me gusta? Sencillo: me gusta el juego de la seducción, el preludio, el “quiero, puedo y me da la gana”, el “ya y aquí”, me gusta la actitud, la intensidad, el ritmo, el no límite, el límite, el “adiós”. Y ya, listo, somos plenos, somos felices, somos libres, cada uno para su trabajo, bai.

Sunday, August 28, 2005

A los amigos y a los otros

No hay nada mas triste que sorprender en la cocina a un viejo amigo mientras somete al fuego un raro cigarrillo.

¡Ay mi Manizales del alma! Una noche mientras libábamos en el Cervantes, un buen amigo me dijo: “uno no es de donde nació, uno es del lugar donde están los amigos”. Estábamos allí, los amigos. Los amigos del “galito morte”, los de JSB, los de las pilatunas adultas contemporáneas, los que parecemos grandes pero nos negamos a “jugar a la casita”, los de síndrome de “Peter Pan”, los del tinto y las cenas, los de “¿esta noche qué hay pa’ hacer?”, los de la generación del 77 y sus alrededores, los que nos estábamos poniendo viejos y todavía no habíamos empollado. Ahora, en la distancia, nos llevamos un pedacito de todos, tranquilos porque algo bueno había pasado.

En Manizales tuve las mejores lecciones de vida, me hice fuerte, me hice la “mismísima Ledesma”. No cambio nada ni cambio a las personas que conocí, no cambiaría nunca el:

“El que es lindo es lindo, los demás que se operen” C. Escobar

“… de repente quisiera escuchar algo de tangos.” J. Muñoz

“Hágale Gallito” M. Vargas

“No me digan Chama” Chama

“Gástense la matrícula” B. Ospina

“Digamos que…” A. Aguirre

“Buenas noches, esto es Juan Sebastián Bar” E. Gálvez

“No hay que ser tan festivos” R. Castaño

“¡Viva el sexo sin amor!” N. Marín

Eso es bonito. Lo que no es bonito es encontrar al viejo amigo encendiendo un “madurito” que al ver mi descontento dice: “Fresca vieja que esto no lo hago todos los días...”. Solita llegué a Manizales, solita me fui. Había que hacerlo, había que irse, muchos nos fuimos. Fin de la historia, fin de mi Manizales.
* Madurito: bazuco

Thursday, August 11, 2005

Underwear v. 2.1

A propósito del comentario del señor De la Regueira.
En primera instancia es necesario aclarar, por si no quedó comprendido suficientemente en la versión 2.0, que la muestra de underwear se obtiene solo de aquellas personas que han estado vinculadas afectiva y/o sexualmente conmigo, por ende, no requiero de ningún underwear que no cumpla este primerísimo parámetro de selección. En segunda instancia, y no menos importante, es mi objetivo, que se concentra en satisfacer la ansiedad por conocerme y, por ahí derecho, conocer a mis amantes. Esto me place de manera infinita pues se completa el gozo que alguna vez compartí con ellos. Sumado a esto debo agregar que mis pretensiones con el estudio distan de configurar algún tipo arte premonitorio a partir de la vestimenta o “lanificamancia”, ni tampoco una “lanificalogía” de la ropa interior. El postmodernismo me licencia de reinventarme todas las palabras que quiera y acomodarlas como me de la gana.
Ahora sí, hablemos del método de estudio. El procedimiento fue algo mas o menos intuitivo. Mas, por lo espontáneo del caso, por lo de los sentimientos conjugados, pasiones, afecciones, sicopatologías, y demás cositas que hacen triste o divertida la vida; y menos, porque gracias a Dios –sí, soy creyente– algunas personas se ocuparon en estudiar las relaciones entre los objetos, el arte, la belleza, la creatividad, la forma, la mímesis y la experiencia estética, en fin, todas esas cosas que me resultan muy interesantes.
Desde el momento de mi encuentro con ese primer underwear comprendí que la función primaria de protección y soporte del miembro viril había casi desaparecido, pasó de ser un signo funcional a un símbolo. Seguido viene la pregunta ¿Símbolo? ¿Qué clase de símbolo? Entonces recurro a mis amigos Baudrillard, Barthes, Eco, Gombrich, Tartakiewicz, entre otros, y me salvan la patria… o me la complican un poco –la vida es así, no la he inventado yo– En consecuencia asumo el underwear como indicio, como objeto de deseo, de seducción y como otras tantas cosas que lo convierte en trofeo, en reliquia, en terapia. Estudio entonces las formas, los estilos, la antigüedad, el valor, los sujetos que lo portan y, obviamente, la historia con ellos.
Hay suficientes de piezas para escribir las observaciones en la serie “Underwear” –pueden hacer acto de fe porque no precisaré la cantidad que poseo, para evitar cualquier tipo de prejuicio– En la medida que las detecte escribiré mas versiones.
El estudio concluirá cuando la muestra de underwear se exponga al público con el nombre de “¡Ay hombe!”. Estarán cordialmente invitados.

Wednesday, August 10, 2005

Underwear v. 2.0



En un día cualquiera, con una pena cualquiera, perdón, no era cualquier pena… decidí sacar todas sus cosas de mi alcoba. Se las acomodé en la sala para que no fuera necesario su ingreso a mi habitación. En plena pesquisa ¡Oh sorpresa! ¡Encontré una pieza de ropa interior digna de reflexión! Esa pieza reveladora, que de ahora en adelante llamaremos “underwear”, fue suficiente para dejar de llorar. Imaginemos un pedazo de tela de algodón con algún indicio de azul, gastada hasta ponerse muy delgada, casi transparente, con la costura original deshecha y muchos remiendos. Si esta descripción resulta vaga entonces creo que debe recordar alguna canción que muy seguramente le enseñaron en el jardín, esa que decía mas o menos “Iba un pollito para la escuela con sus calzones tan remendados…” Sí, era muy divertida, tanto como ese underwear que hallé. Pero bueno, continuemos. El underwear y yo, algo así como obra y espectador, generó en mi algo muy parecido a lo que los estetas, muy cultos y muy refinados, llaman “experiencia estética”. Comprendí entonces la estupidez de mi pena ¿Cómo pude yo enamorarme del dueño de este underwear? El amor no solo es ciego, también es cochino, y yo cochina no soy, se acabó el drama.

Mi inquietud me llevó a comenzar la difícil tarea de reunir los underwear de mis pasados amores por aquello de conocerlos más, cosa que no hice adecuadamente en ese entonces, y conocerme a mí, cosa que tampoco he logrado todavía. La muestra de underwear que conservo en mi poder arroja los siguientes datos:

  1. No existe una relación directamente proporcional entre el costo del underwear y el ingreso económico del propietario.
  2. No existe patrón o norma de estilo entre el perfil profesional del sujeto y la apariencia del underwear.
  3. En la muestra se detectó que el goce por el buen vestir se concentra solo en la prendas que saltan a la vista. Solo dos casos que se presentaron guardan coherencia en su buen gusto para vestir considerando su ropa interior.
  4. A casi todos los sujetos que proporcionaron la muestra no les importa tener “el calzón roto”.
  5. Solo dos casos presentaron el underwear desteñido.
  6. En la muestra no se detectó ningún underwear tipo “tanga”.
  7. La mayoría de piezas fueron adquiridas personalmente por sus propietarios, un caso por elección de la madre y otro caso por que su tía se los hace.
  8. Los sujetos que proporcionaron la muestra creen que entregar su underwear a una mujer puede prestarse para brujería, a excepción de un solo caso.
  9. Solo tres underwear fueron entregados inmediatamente a la solicitud.
  10. Todas las piezas de la muestra son pura industria colombiana.

Por mi parte puedo decir que he sido muy tolerante. Ya no lo seré de ahora en adelante: solo un caso de esa muestra vale la pena.

Monday, August 08, 2005

Palmerita de Mario Bros. 3

Soy la mujer que no estuvo allí, aunque hubiera querido que fuera lo contrario. Como no he estado allí para que me ames procuro estar en otros lados, así sea como un fantasma que baila como la palmerita de Mario Bros. 3.
La sensatez es la madre de todas mis tristezas... es esa misma sensatez lo único que me queda.

Sunday, August 07, 2005

Es el colmo

... que a estas alturas de mi vida tenga que lidiar con estos niños que ni son mios.